Surinam, ubicado en el extremo noreste de Sudamérica, permanece como uno de los países menos explorados del continente. Su pequeña superficie y su historia colonial holandesa le confieren una identidad única, distinta del resto de sus vecinos latinos. Con una mezcla cultural rica, una biodiversidad sorprendente y una geografía dominada por selva y ríos, Surinam es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza, la aventura y las culturas poco convencionales.
A pesar de que no es un destino turístico masivo, Surinam ofrece una experiencia única que combina arquitectura colonial, reservas naturales poco alteradas, comunidades indígenas y costumbres de múltiples orígenes, incluyendo africanos, hindúes, javaneses y europeos. Esta guía desglosa los principales lugares que ver en Surinam, integrando información actualizada, experiencias en terreno y recomendaciones prácticas para que tu visita sea lo más completa posible.
Tradición, historia y vida urbana de Paramaribo

La capital de Surinam es mucho más que una ciudad de paso. Paramaribo concentra buena parte del legado colonial del país y es el centro cultural y político más importante. Su arquitectura es una de las características más notables: casas de madera de estilo holandés se alinean en calles tranquilas, muchas veces adornadas por árboles tropicales. La ciudad ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad gracias a esta singular mezcla de tradición europea y entorno amazónico.
Entre los puntos clave de la ciudad se encuentra el Fuerte Zeelandia, un bastión holandés restaurado que hoy alberga un museo de historia. Frente al fuerte, la Casa Presidencial domina la plaza central, un edificio blanco que conserva aún el aire aristocrático del pasado colonial. Muy cerca, se levanta la catedral de San Pedro y San Pablo, una de las iglesias de madera más grandes del mundo.

Otra atracción singular es el Puente Jules Wijdenbosch, que cruza el río Surinam con una pendiente considerable. Aunque no figura en todas las guías, quienes se animan a cruzarlo encuentran vistas espectaculares del río y la ciudad. Además, la ciudad es sede de instituciones como STINASU, dedicada a la gestión de áreas protegidas y al turismo sostenible, desde donde se pueden reservar actividades en parques nacionales.

Brownsberg Park y el lago Brokopondo
A unos 150 kilómetros de Paramaribo se encuentra una de las joyas naturales del país: el Parque Natural Brownsberg, frente al inmenso lago artificial Brokopondo. A diferencia de muchas reservas amazónicas, Brownsberg es accesible sin necesidad de guía, gracias a senderos balizados que permiten una exploración autónoma y segura del entorno.

El parque ofrece rutas de senderismo que llevan a miradores naturales, caídas de agua y puntos de observación de fauna. Entre los senderos más recomendados se encuentran:
- Mazarintop, de dificultad baja, que ofrece vistas panorámicas del lago.
- Witty Creek, un descenso de varias horas hasta una laguna donde es posible bañarse.
- Koemval y Leoval, que conducen a cascadas ideales para una pausa refrescante.
La riqueza de fauna es notable: aves exóticas como colibríes y hoccos, tarántulas, serpientes y, ocasionalmente, monos se cruzan con los visitantes. El parque cuenta con cabañas rústicas donde se puede dormir en hamacas, y un pequeño restaurante que ofrece comidas locales a precios razonables. Es recomendable llevar repelente, chubasquero, mosquitera y ropa de abrigo ligera para la noche, ya que la humedad y la lluvia son frecuentes.
Nieuw-Amsterdam en bicicleta: una ruta para explorar sin prisas

Una de las actividades más interesantes desde Paramaribo es alquilar una bicicleta y dirigirse hacia el noreste, en una ruta que combina paisaje, historia y cultura local. El recorrido incluye varios tramos y cruces fluviales, con puntos de interés como:
- Leonsberg, punto de partida del ferry que cruza el río Surinam.
- Voorburg y el Fuerte de Nieuw-Amsterdam, una antigua estructura militar del siglo XVIII.
- Mariënburg y Meerzorg, pequeñas localidades con encanto rural, antes de regresar a Paramaribo.
Aunque el trayecto no presenta paisajes particularmente espectaculares, es una excelente manera de experimentar el ritmo de vida local, disfrutar del ambiente caribeño en contacto directo y hacer ejercicio. Es importante tener en cuenta que los ferris cruzan el río solo cuando hay suficientes pasajeros, aunque se puede negociar un trayecto privado por unos pocos euros.
Kaieteur Falls: la joya vecina que no puedes perderte

Aunque no se ubica en Surinam, sino en la vecina Guyana, la visita a Kaieteur Falls es una de las experiencias más recomendadas para quienes viajan por la región. Con una caída de 250 metros, esta cascada en el corazón del Parque Nacional Kaieteur es considerada una de las más espectaculares del mundo.
Acceder a Kaieteur requiere una combinación de transportes por carretera, río y caminata. A menudo, los visitantes llegan desde Georgetown, en Guyana, tras horas de travesía por zonas mineras y selvas. La vista final —una caída libre de agua en medio de un entorno tropical intacto— justifica con creces el esfuerzo. El parque permite también conocer aspectos menos turísticos, como la minería artesanal, y ofrece oportunidades para explorar durante varios días en caso de condiciones climáticas adversas.
Consejos prácticos para viajar a Surinam
Viajar por Surinam requiere de cierta planificación, especialmente por la logística de transportes, visados y clima.
Visado:
Para ingresar a Surinam, los ciudadanos de la Unión Europea deben tramitar un visado, que puede obtenerse en línea o en embajadas locales..
Transporte:
Los desplazamientos entre países se hacen principalmente por tierra, y suelen implicar combinaciones de taxi compartido, ferry y autobuses. Desde la Guayana Francesa, por ejemplo, es común cruzar en bote a Albina (Surinam) y desde allí continuar hasta Paramaribo. Desde Paramaribo, el Bobby Bus conecta con Georgetown mediante un trayecto de aproximadamente 11 horas, incluyendo el paso por el ferry de Nickerie.
Alojamiento:
Paramaribo y Georgetown cuentan con hostales y alojamientos económicos, especialmente fuera de la temporada alta (agosto a noviembre). Es recomendable reservar al menos la primera noche. Para estancias en parques naturales, como Brownsberg, es mejor reservar con antelación en STINASU.
Transporte, alojamiento y gastos

Los costos de viaje en Surinam y Guyana no son tan bajos como podría esperarse. El precio promedio de un alojamiento básico ronda los 20 euros por noche, mientras que una comida sencilla puede oscilar entre 3 y 10 euros.
El transporte público es económico pero lento y poco fiable. Es habitual que los minibuses realicen múltiples paradas o esperen hasta llenarse antes de salir. Por ello, se recomienda tener flexibilidad en los horarios y, si se dispone de un presupuesto más holgado, optar por taxis compartidos o privados.
En cuanto a pagos, Surinam funciona en gran parte en efectivo. Aunque algunas tarjetas son aceptadas, conviene llevar suficiente dinero en euros o dólares para cambiar. En Guyana, en cambio, las tarjetas VISA suelen ser más ampliamente aceptadas.
Cultura, idioma y clima: lo que no aparece en las guías

Surinam y Guyana comparten un clima tropical húmedo, con lluvias intensas de diciembre a junio. Esto implica que muchos caminos pueden estar en mal estado y que algunas actividades se vean condicionadas por las precipitaciones. Sin embargo, es también el momento en que la naturaleza muestra su esplendor, y las cascadas alcanzan su mayor caudal.
En cuanto al idioma, Surinam tiene el holandés como lengua oficial, aunque es común escuchar el sranan tongo y otras lenguas criollas. En Guyana se habla inglés, aunque con un acento local que puede resultar difícil de entender incluso para angloparlantes.
La diversidad cultural es otro de los grandes atractivos de ambos países. En Paramaribo, es común encontrar templos hindúes, mezquitas, iglesias cristianas y sinagogas en un mismo barrio, reflejando una sociedad profundamente multicultural.
¿Es seguro viajar por Surinam?
En líneas generales, Surinam es considerado un país seguro para los viajeros. La delincuencia es baja, especialmente fuera de la capital, y el ambiente es relajado. En Guyana, particularmente en Georgetown, hay que tomar más precauciones, aunque la situación ha mejorado en los últimos años.
Más allá de la criminalidad, los riesgos más comunes incluyen problemas con mosquitos (dengue, malaria), condiciones sanitarias limitadas en zonas rurales, y el aislamiento de algunas áreas naturales, donde es esencial contar con un buen guía o mapas y herramientas básicas para emergencias.
Por qué Surinam debería estar en tu lista de destinos
Surinam es un destino que recompensa a los viajeros curiosos y resilientes. No es el país más fácil de visitar, pero sí uno de los más auténticos de Sudamérica. Su riqueza natural, su legado colonial, la hospitalidad de su gente y el cruce de culturas hacen de cada jornada una experiencia rica y diferente.
A diferencia de los circuitos turísticos tradicionales, aquí las rutas se trazan a través de la selva, sobre ferris comunitarios o en autobuses desvencijados. No hay grandes resorts ni rutas marcadas, pero sí aventuras genuinas, biodiversidad virgen y encuentros culturales que difícilmente se olvidan.
Tanto si buscas un viaje introspectivo, como si deseas una conexión profunda con la naturaleza, Surinam te ofrece una experiencia sin filtros, lista para ser explorada por quien se atreva a mirar más allá del mapa turístico habitual. Puedes organizar tu viaje en la siguiente botonera.