La Gran Muralla China es una de las construcciones más impresionantes y emblemáticas de la humanidad. Su imponente extensión, su historia milenaria y los paisajes que atraviesa la convierten en un destino único para viajeros y aventureros por igual. Sin embargo, una pregunta recurrente surge entre aquellos que sueñan con recorrerla a pie: ¿es posible recorrer la Gran Muralla China andando? Y, de ser así, ¿cuánto tiempo se necesitaría para hacerlo?
Descubramos juntos la longitud real de la Gran Muralla China, los desafíos que implica recorrerla andando, los tramos que aún se conservan y los tiempos estimados para completar las diferentes rutas. Además, te daré algunos consejos prácticos para vivir esta experiencia, desde las rutas más cortas hasta las expediciones más exigentes.
¿Cuánto mide realmente la Gran Muralla China?
A diferencia de lo que muchos creen, la Gran Muralla China no es un único muro continuo, sino un conjunto de fortificaciones construidas a lo largo de más de dos mil años. Su longitud total alcanza los 21.196 kilómetros, aunque la parte principal, que incluye muros, torres y barreras, mide aproximadamente 8.850 kilómetros.

Actualmente, solo el 30% de la Gran Muralla China se mantiene en pie, ya que muchas secciones han desaparecido debido a la erosión, el saqueo y el abandono. A lo largo de su recorrido, la muralla atraviesa montañas, valles y desiertos. Cerca de Pekín se encuentran los tramos más accesibles al turismo y mejor restaurados, mientras que en otras zonas, la estructura está prácticamente en ruinas.
Entre los segmentos más visitados de la Gran Muralla China, destaca Badaling, el tramo mejor conservado y más turístico. Mutianyu, por su parte, ofrece una experiencia similar, pero con menor afluencia de visitantes. Para quienes buscan un recorrido más desafiante, Jinshanling y Simatai son las opciones perfectas. En cambio, Jiankou y Gubeikou presentan caminos más salvajes y sin restaurar, ideales para quienes desean vivir la muralla en su estado más auténtico.
¿Es posible recorrer la Gran Muralla China andando?
A pesar de su gigantesca extensión y de las dificultades que entraña el terreno, algunos aventureros han intentado recorrer la Gran Muralla China a pie. En 2009, el noruego Robert Loken caminó aproximadamente 6.000 kilómetros en un viaje que duró diez meses. Antes que él, en 2007, Diego Azubel logró completar 8.500 kilómetros entre Jiayuguan y Qinhuangdao, un reto que puso a prueba su resistencia, tanto física como mental.

Sin embargo, recorrer la Gran Muralla China en su totalidad es prácticamente imposible. Existen numerosas barreras que dificultan la ruta, como la presencia de tramos en ruinas, zonas restringidas por razones de seguridad y terrenos extremadamente hostiles, especialmente en el desierto de Gobi. Además, algunos segmentos de la muralla han sido utilizados como base para construcciones modernas o han desaparecido por completo, obligando a los caminantes a desviarse de la ruta original.
¿Cuánto se tarda en recorrer la Gran Muralla China andando?
El tiempo necesario para recorrer la Gran Muralla China caminando depende del tramo que elijas. Si alguien se propusiera caminar los 21.000 kilómetros completos, avanzando a un ritmo de 25 kilómetros diarios sin descansos, tardaría alrededor de 840 días, es decir, más de dos años. Sin embargo, dado que la Gran Muralla China no es un camino continuo y transitable en su totalidad, la distancia real a recorrer sería mucho menor.

Para quienes desearan recorrer únicamente la muralla principal, que tiene 8.850 kilómetros, el tiempo estimado sería de once meses si se caminara un promedio de 30 kilómetros al día. No obstante, este cálculo no toma en cuenta las dificultades del terreno ni los descansos necesarios para una expedición de semejante envergadura.
En el caso de las rutas turísticas, la duración es considerablemente menor. Un recorrido por el tramo de Jinshanling a Simatai, que abarca 6 kilómetros, puede completarse en aproximadamente tres horas. En contraste, recorrer una sección más extensa y menos transitada, como Gubeikou, podría tomar entre cinco y seis horas, dependiendo del ritmo de la marcha y las paradas para descansar.
Las mejores rutas para caminar en la Gran Muralla China
A la hora de elegir un tramo para caminar, es importante considerar la dificultad del recorrido y el estado de conservación de la muralla. Badaling y Mutianyu son las opciones más recomendadas si buscas una ruta cómoda, ya que ambos tramos han sido restaurados y cuentan con accesos bien señalizados y próximos a Pekín. En estos sectores, el terreno es estable y no presenta grandes desniveles, lo que facilita la caminata incluso para quienes no están acostumbrados a caminar largas distancias.

Para los senderistas más experimentados, los tramos de Jinshanling y Simatai ofrecen una ruta moderadamente exigente, con ascensos pronunciados y caminos que combinan partes restauradas con secciones en su estado original. En estos tramos, el paisaje y las vistas hacen que el esfuerzo valga la pena.
Pero si eres de los que buscan un verdadero desafío, puedes optar por Jiankou, una de las secciones más difíciles debido a su estado de deterioro y la presencia de senderos empinados. En este caso, es recomendable contar con experiencia en senderismo y un buen nivel físico.
Consejos para recorrer la Gran Muralla China caminando
Para disfrutar de las distintas rutas por la Gran Muralla China sin contratiempos, es fundamental llevar un equipamiento adecuado. Unas buenas botas de senderismo son imprescindibles, ya que muchas partes de la muralla tienen superficies irregulares y resbaladizas. También es recomendable llevar ropa cómoda y transpirable, especialmente si viajas en verano, cuando las temperaturas pueden superar los 30 °C.

El sol chino puede ser intenso en ciertas zonas, por lo que un gorro/gorra y protector solar ayudarán a evitar quemaduras e insolaciones. Además, es esencial llevar suficiente agua y comida, ya que en los tramos menos turísticos no hay tiendas donde comprar provisiones.
La mejor época para recorrer la Gran Muralla China es en primavera y otoño, cuando las temperaturas son más suaves y hay menos turistas. En invierno, las temperaturas pueden caer por debajo de cero grados, y en verano el calor y la humedad pueden hacer que la caminata sea agotadora.
En términos de seguridad, es importante evitar las zonas en ruinas o cerradas al público, ya que pueden representar un peligro. Para los tramos más difíciles, como Jiankou, se recomienda contar con un guía local, quien puede aconsejarte sobre las mejores rutas y ayudar en caso de emergencia.