En un giro inesperado pero necesario, Japón ha decidido instalar una pantalla «antituristas» para bloquear las vistas icónicas del Monte Fuji. Esta medida tiene como objetivo reducir el impacto negativo del turismo masivo que, en su afán por capturar la selfie perfecta, ha estado dañando el entorno natural y alterando la paz local de la localidad de Kawaguchiko. Aunque a primera vista puede parecer una solución extrema, las razones detrás de esta decisión son profundas y multifacéticas.
¿Fin a las fotos perfectas?
La emblemática vista del Monte Fuji, símbolo de Japón, se ha visto afectada por una nueva medida que ha generado controversia: la instalación de una pantalla gigante antituristas para impedir que los visitantes se tomen selfies con la montaña de fondo.
La iniciativa, implementada en la localidad de Kawaguchiko, a los pies del Monte Fuji, ha sido calificada como una «barrera antituristas» por algunos medios. La pantalla, de unos 2,5 metros de altura y 20 metros de ancho, se encuentra ubicada frente a una tienda de la cadena Lawson, en una vía estrecha incapaz de asumir el volumen masivo de visitantes.

Para impedir que los peatones lleguen al punto exacto donde se puede tomar la popular foto cruzando la calle fuera del paso de peatones, se han instalado seis barreras de hierro, cada una con un ancho de tres metros. Esta acción busca desalentar un comportamiento que es mal visto en la sociedad japonesa, donde cruzar la calle por lugares no habilitados es socialmente inaceptable.
Motivos detrás de la medida de la pantalla antituristas del Monte Fuji
Las autoridades locales justifican la instalación de la pantalla como una forma de controlar el flujo de turistas y evitar aglomeraciones en la vía pública y evitar atropellos. Además, se espera que la pantalla promueva la cultura y la historia de la región, ofreciendo a los visitantes una experiencia más enriquecedora que la simple foto.
Reacciones encontradas
La medida ha generado reacciones encontradas entre la población local y los turistas. Algunos consideran que la pantalla afecta la belleza natural del paisaje y obstaculiza la experiencia turística. Otros, en cambio, la ven como una solución innovadora para gestionar el turismo y proteger el medio ambiente.
Los habitantes de Fujikawaguchiko son conscientes de la importancia que tiene la cercanía del Monte Fuji para la economía local, pero lamentan el mal comportamiento de algunos visitantes, sobre todo de los extranjeros.
¿Se extenderá la medida de las pantallas antituristas?
Aún no hay información sobre si la instalación de pantallas similares se replicará en otros puntos turísticos de Japón. Sin embargo, la iniciativa ha abierto un debate sobre el equilibrio entre la promoción turística y la preservación del patrimonio natural.