La posibilidad de viajar al espacio, antes exclusivamente reservada para astronautas y Bruce Willis, se ha convertido en una opción (muy cara) para los civiles de a pie gracias al avance de las empresas privadas en el sector aeroespacial. Hoy en día, compañías como Blue Origin, Virgin Galactic, SpaceX y World View están compitiendo por liderar una industria emergente: el turismo espacial.
Pero la gran pregunta sigue siendo: ¿cuánto dinero cuesta realmente un viaje al espacio? Acompáñame a explorar todos los matices de esta gran aventura que mezcla adrenalina, exclusividad al máximo nivel y una buena cantidad de ceros en el precio.
Blue Origin: Experiencia y precios
La empresa fundada por Jeff Bezos, Blue Origin, ha ganado notoriedad en los últimos años por su cohete New Shepard, diseñado para vuelos suborbitales de aproximadamente 11 minutos de duración. Durante esta corta, pero intensa travesía, los pasajeros cruzan la línea Kármán (a 100 kilómetros de altitud) y experimentan entre tres y cuatro minutos de ingravidez, todo dentro de una cápsula que luego regresa a la Tierra mediante un descenso controlado.

Lo interesante (y frustrante para muchos) es que Blue Origin mantiene en secreto el precio oficial de sus billetes. Sin embargo, existen varias pistas para conocer el coste aproximado de su viaje al espacio.
En 2021, durante la primera subasta de un asiento en el ‘New Shepard’, un pasajero anónimo pagó la asombrosa cifra de 28 millones de euros para volar junto a Jeff Bezos. No obstante, esa cantidad fue un caso excepcional. Según la web especializada ‘Spaceflight Now’, el coste actual ronda los 475.000 euros por persona.

Este precio convierte la experiencia en un lujo reservado a los millonarios, celebridades o influencers de talla mundial (o sea, la gente que está forrada). Además, los interesados deben rellenar un formulario online y abonar un depósito de 1.300 euros, lo que ya excluye a una buena parte de la población mundial. A pesar de eso, Blue Origin sigue promoviendo su visión de democratizar los viajes turísticos espaciales a largo plazo, apoyándose en la promesa de que la competencia y el avance tecnológico reducirán los precios en el futuro.
Virgin Galactic: Turismo espacial de lujo
Otro nombre imprescindible en esta carrera es Virgin Galactic, fundada por el excéntrico multimillonario británico Richard Branson. Su nave, la VSS Unity, realiza vuelos suborbitales que alcanzan los 80 kilómetros de altitud, permitiendo a los pasajeros observar la curvatura de la Tierra y experimentar unos minutos de ingravidez.

Virgin Galactic comenzó ofreciendo sus vuelos por 200.000 dólares, pero tras el éxito de sus primeras misiones, ese precio ha subido. Se estima que cada billete podrá alcanzar los 400.000 dólares para un viaje de 90 minutos. Es una cifra considerable, aunque sigue siendo más asequible que muchas otras opciones del mercado espacial actual.
Además de la experiencia en sí, Virgin Galactic ha invertido mucho en crear una sensación de exclusividad y lujo, desde los entrenamientos previos hasta la infraestructura del puerto espacial en Nuevo México.

Una característica distintiva es su enfoque en hacer del turismo espacial una experiencia más emocional y transformadora, apelando no solo al lujo, sino a la conexión humana con el universo. Eso sí, una conexión bastante cara.
SpaceX: Viajes orbitales y costos asociados
Si lo tuyo no es un simple “sube y baja” espacial, sino algo más parecido a lo que viven los astronautas, entonces SpaceX tiene lo que buscas. Fundada por Elon Musk, esta compañía ha revolucionado la industria espacial con su enfoque hacia misiones orbitales reales, como el uso del cohete Falcon 9 y la cápsula Crew Dragon.

En lugar de simplemente “tocar el espacio” por unos minutos, los vuelos de SpaceX pueden llevarte a más de 500 kilómetros de altitud, orbitando la Tierra durante hasta 72 horas. Eso sí, este tipo de experiencia también es de otro nivel económico. Un viaje hasta la Estación Espacial Internacional a bordo del Dragon podrá llegar a costar 55 millones de dólares.
Este precio lo posiciona como una de las opciones más caras del mercado, aunque también la más inmersiva y avanzada tecnológicamente. La empresa incluso ha anunciado futuros planes para misiones lunares con civiles, lo que abre nuevas posibilidades para el futuro del turismo interplanetario.

En resumen, si tienes unos cuantos millones de sobra, SpaceX te puede ofrecer la experiencia más completa, pero es importante recordar que esto ya no es turismo espacial, sino prácticamente un entrenamiento de astronauta con todas las letras.
World View: Opciones más asequibles para alcanzar la estratosfera
Dentro del panorama actual, World View representa la opción más “accesible” (aunque eso es relativo). Esta empresa ofrece experiencias a bordo de cápsulas presurizadas conectadas a globos estratosféricos, que alcanzan altitudes de aproximadamente 30 kilómetros.

Aunque técnicamente no se cruza la línea Kármán, esta altura permite ver la curvatura de la Tierra y el oscurecimiento del cielo típico del espacio. Es una experiencia cercana, aunque no igual, a los vuelos suborbitales de otras compañías.
Sus viajes más baratos corresponden con su experiencia en globo por la estratosfera y cuestan 50.000 dólares. Además, ofrecen opciones de financiación flexibles a sus clientes.

Esto convierte a World View en una opción viable para un segmento de personas que, aunque no son millonarios, sí podrían ahorrar o financiar la experiencia como parte del sueño de su vida.
Factores que influyen en el precio de un viaje espacial
El costo de un viaje al espacio no es arbitrario. Algunos factores clave que influyen directamente en el precio final son:
- Altitud alcanzada: Cuanto mayor sea la altitud, mayor será el coste. Subir a 100 km no es lo mismo que llegar a una órbita de 500 km.
- Duración del vuelo: Los vuelos de pocos minutos son más baratos que los que implican órbitas o estadías prolongadas.
- Tipo de nave: Cápsulas reutilizables, aviones espaciales, globos estratosféricos… cada tecnología tiene un coste distinto de operación.
- Infraestructura y logística: Incluye el entrenamiento previo, equipamiento, seguros, apoyo terrestre, etc.
- Exclusividad y marca: Hay que reconocerlo, parte del precio es puro marketing. Volar con Blue Origin o Virgin Galactic tiene un “halo de prestigio” que también se paga.
Requisitos y preparación para los turistas espaciales
Además del dinero, hay otros requisitos para embarcarse en un viaje espacial. Las empresas imponen condiciones que garantizan la seguridad del pasajero y del equipo:
- Chequeos médicos previos: Para asegurarse de que el cuerpo del pasajero soportará la aceleración y desaceleración del vuelo.
- Entrenamientos básicos: Desde cómo usar el asiento hasta reaccionar ante imprevistos como una pérdida de presión o emergencias.
- Condiciones físicas mínimas: No se requiere ser atleta, pero sí tener una salud estable y la movilidad suficiente como para moverse dentro de la cápsula.
Aunque no se necesita ser astronauta, los vuelos espaciales no son como el turismo convencional. Es una experiencia intensa, tanto física como emocionalmente, y hay que prepararse para ello.
El futuro del turismo espacial: ¿Será más accesible?
La gran incógnita que muchos se plantean es: ¿bajará el precio de los viajes al espacio con el tiempo? La respuesta corta es sí, pero lentamente. Quizás, dentro de muchos años, viajar al espacio sea una opción más asequible, pero, por ahora, las tarifas de estas compañías no están pensadas para el bolsillo de todo el mundo.
El modelo de negocio actual está dirigido a un público exclusivo, que más allá del interés por el espacio, busca una experiencia única y coleccionable. Sin embargo, como sucedió con los primeros vuelos comerciales o los teléfonos móviles, el avance tecnológico y la competencia podrían democratizar estos servicios.

Empresas como Blue Origin ya están desarrollando nuevos cohetes (como el ‘New Glenn’) y explorando modelos de reutilización más eficientes. Mientras tanto, Virgin Galactic planea lanzar vuelos regulares con mayor frecuencia y World View está abriendo puertas con precios significativamente menores.
En el horizonte también asoma la posibilidad de hoteles orbitales, viajes lunares turísticos y estaciones espaciales privadas. Aunque hoy parezcan ideas descabelladas, no lo son tanto si observamos el ritmo de los últimos 10 años.
Turismo en el espacio: ¿Cuánto crees que vale cumplir este sueño?
Viajar al espacio ya no es un sueño imposible, pero sigue siendo un privilegio para muy pocos. Entre los 475.000 euros de Blue Origin, los 400.000 dólares de Virgin Galactic, los 55 millones de SpaceX, y los 50.000 dólares de World View, la realidad es clara: la frontera final sigue siendo cara.

No obstante, estamos presenciando el nacimiento de una nueva industria. Una en la que la tecnología, la economía y los sueños humanos se entrelazan. Puede que hoy sea solo para millonarios, pero mañana, con suerte, también para soñadores comunes y corrientes que miran al cielo con la esperanza de cruzarlo.
¿Te gustaría estar entre los primeros en vivir esta aventura? Yo también. Pero de momento, seguiremos soñando… y ahorrando.