¿Vale la pena visitar Daegu en un día?
Cuando planeas una ruta por Corea del Sur, Daegu rara vez aparece como destino principal. Y lo entiendo. No tiene la fama de Seúl, el encanto tradicional de Gyeongju o la estética impecable de Jeonju. Pero ojo, no por eso deberías descartarla.
Daegu es la cuarta ciudad más grande del país y aunque a nivel turístico no sea especialmente deslumbrante, tiene un aire único. Lo noté nada más llegar: un contraste constante entre lo moderno y lo tradicional, con iglesias cristianas salpicando calles llenas de mercadillos y rascacielos con norias en la azotea.
La mayoría de viajeros terminan aquí por un motivo logístico: es la base perfecta para visitar el famosísimo Templo Haeinsa, y eso ya dice mucho. Pero además, con unas horas bien aprovechadas, puedes descubrir mercados, calles, museos interactivos y templos escondidos. Así que, sí: Daegu en un día merece la pena, siempre que llegues con las expectativas adecuadas y la mente abierta.
Itinerario completo para ver Daegu en 1 día
Mañana en Daegu: cultura, historia y espiritualidad
Empieza el día con una dosis de historia y religión. La Catedral de Nuestra Señora de Lourdes, diseñada por el mismo arquitecto que levantó la catedral de Myeongdong en Seúl, es una joya que brilla aún más cuando la luz se filtra a través de sus vidrieras francesas. Justo enfrente, el crucifijo gigante te da la bienvenida… y también protagoniza decenas de selfies.

Muy cerca está la Iglesia Jeil, la más antigua de Daegu, construida en ladrillo rojo. Lo interesante no es solo el edificio, sino la historia que alberga dentro. En su exposición aprenderás cómo los pastores cristianos ayudaron a occidentalizar la medicina en la región. Algo que jamás me habría imaginado encontrar en Corea.

Desde allí puedes caminar hacia la colina de Cheongna (Dongsan). Pasear por este rincón, donde vivieron los misioneros americanos, es como viajar en el tiempo. Escaleras, jardines y casitas blancas con aires coloniales dan forma a un entorno curioso, tranquilo y, para muchos coreanos, casi cinematográfico. No en vano, aquí se han grabado varias películas famosas.

Si te sobra tiempo antes de comer, acércate a la Escuela Confuciana Hyanggyo. Aunque fue completamente reconstruida tras la ocupación japonesa, sigue siendo un oasis de calma. Allí descubrí que aún se celebran bodas tradicionales y sesiones de fotos de lo más fotogénicas.

Tarde entre mercados y medicina tradicional
Después de comer, el plan está claro: sumergirse en el Daegu más auténtico.
Primera parada: el Museo de Medicina Oriental. Gratis, interactivo y curioso. Aprendí cosas como que Corea del Sur es el país que más ginseng consume del mundo. Incluso puedes tomarte la tensión y ver raíces con formas tan bizarras que parecen salidas de un anime. No es el museo más espectacular, pero sí uno de los más únicos que he visitado.

Justo al lado se encuentra el mercado Yangnyeongsi, el más antiguo del país (desde 1658). Las calles que rodean el museo están repletas de tiendas con hierbas, setas rarísimas, lagartos secos (sí, has leído bien) y clínicas donde se practica medicina oriental. Y no es una escena montada para turistas: esto es Daegu puro y duro.

La combinación de olores, texturas y escenas cotidianas convierte este mercado en una experiencia multisensorial. Si eres curioso o te interesa la medicina alternativa, aquí podrías pasar horas.
Noche en Dongseong-ro
Cuando cae el sol, Daegu se transforma, y el epicentro de esa metamorfosis es Dongseong-ro, la calle más viva y comercial de la ciudad. Podría compararse con Myeongdong (en Seúl), pero con menos turistas y un punto más auténtico.

Tiendas de cosmética, ropa, videojuegos, cafés preciosos y restaurantes de todos los estilos. Nosotros comimos en Maikatsu, un local especializado en tonkatsu japonés que estaba de muerte, y luego nos tomamos un café en Slow Turttle, una joyita de cafetería coreana.
¿La guinda del pastel? El centro comercial Sparkland, que además de sus tiendas, tiene una noria en la azotea. Una locura total. Por la noche se ilumina y se convierte en un icono surrealista del skyline local. Subir es una experiencia curiosa… aunque confieso que los columpios de vértigo me dieron más respeto que emoción.

Para cerrar el día con broche de oro, no puedes perderte el mercado nocturno de Seomun. Si bien durante el día es un tradicional mercado de textiles, por la noche se convierte en un paraíso gastronómico. Aquí probé platos que ni sabía que existían, rodeado de locales disfrutando de una experiencia callejera, auténtica y sabrosísima. Lo único que me costó fue encontrarlo, ya que está en una calle paralela (Keunjang-ro 26 gil), no justo donde el mercado diurno. Pero merece cada minuto de búsqueda.

Qué ver en Daegu en una jornada exprés
Catedral de Nuestra Señora de Lourdes e Iglesia Jeil
Ambas forman un tándem perfecto para introducirte en el lado espiritual de Daegu. Sus historias están profundamente ligadas a la presencia misionera occidental en la ciudad y representan una Corea inesperada, marcada por la fe cristiana.
Cheongna Hill y la historia de los misioneros
Con sus casas victorianas, jardines y escalinatas, este pequeño enclave histórico es ideal para entender la huella extranjera en Daegu. Además, ofrece vistas estupendas de la ciudad desde la cima.
Escuela Confuciana Hyanggyo
Aunque hoy día se usa más como centro cultural, su arquitectura y entorno tranquilo siguen transmitiendo la filosofía confuciana. Es una pausa ideal para quienes buscan algo más espiritual y menos turístico.
Calle Kim Kwang-Seok: ¿sí o no?
Se trata de una calle mural dedicada a un famoso cantante coreano fallecido trágicamente. Está bien para quienes tienen más tiempo o son fans de la música coreana. Pero si solo tienes unas horas, como fue mi caso, yo la descartaría sin remordimientos.

Sabores locales y experiencias únicas
Mercados imprescindibles: Yangnyeongsi y Seomun
Uno te lleva a las raíces medicinales de Corea; el otro, a su corazón gastronómico nocturno. Ambos son visitas esenciales para entender Daegu desde su cotidianidad.
En Yangnyeongsi, todo gira en torno a la salud, el cuerpo y la tradición herbal. En Seomun, te enamoras de los sabores, del bullicio y del ambiente nocturno coreano.
Gastronomía coreana en la calle y dónde comer rico
Si quieres carne, la calle Dongseong-ro 3-gil es tu sitio: restaurantes de barbacoa por todos lados. Para algo más japonés, prueba Maikatsu. Y si buscas ese café coreano ideal para Instagram, apunta Slow Turttle. Aquí, el café sabe igual de bien que luce.
Excursiones desde Daegu si tienes más tiempo
El Templo Haeinsa y el programa Temple Stay

El principal motivo para que muchos incluyan Daegu en su ruta. El Templo Haeinsa alberga la Tripitaka Coreana, una joya budista.

A solo 90 minutos en bus desde Daegu, puedes ir y volver en un día o quedarte a dormir con su programa Temple Stay, una de las experiencias más auténticas del país.
Montaña Palgongsan y el teleférico panorámico

Si tienes un día más, Palgongsan es una escapada natural perfecta. Teleférico incluido, vistas espectaculares y templos escondidos como Donghwasa. Yo no llegué a ir por falta de tiempo, pero me quedé con las ganas.
Duryu Park y la Torre 83

Con su parque de atracciones E-World, templos y fuentes «milagrosas», es un lugar ideal si viajas en primavera o con niños. Nosotros lo teníamos en la lista, pero… llovió. Y mucho. Así que lo tuvimos que descartar.
Consejos prácticos para tu visita a Daegu
Cómo llegar, moverse y sobrevivir sin Google Maps
Desde Jeonju llegamos a Daegu en bus en unas 3 horas. Elige bien tu estación de llegada (East es la mejor si vas a moverte en metro). Para seguir ruta a Gyeongju, lo ideal es salir desde Seobu Bus Terminal.
⚠️ Ojo: en Corea del Sur Google Maps no funciona bien. Usa Naver Map o Kakao Map. Te salvarán la vida.
Lo que aprendí y lo que haría distinto
Daegu no fue mi ciudad favorita de Corea, pero no me arrepiento de haberle dado una oportunidad. Si volviera con poco tiempo, iría directo a Dongseong-ro, comería en el mercado nocturno de Seomun y haría una visita rápida a la catedral.
Pero si tienes un día completo, sigue este itinerario y exprímelo al máximo. Porque sí: Daegu tiene alma, solo hay que saber dónde mirar.
¿Listo para patearte Daegu en un día? Ponte calzado cómodo, descarga Kakao Map y abre tu mente: Corea tiene mil caras, y Daegu es una de las más inesperadas.




