Bangkok es una ciudad que te impactará desde el primer momento que pongas un pie en ella. El tráfico, el caos, la humedad pegajosa y el constante ir y venir de motos y tuk-tuks quizás puedan abrumarte al principio. Sin embargo, en cuanto te adentres un poco en sus mercados, visites sus templos y pruebes su deliciosa comida, todo empezará a cobrar sentido por sí solo. Te advierto que Bangkok no es una de esas ciudades de amor a primera vista, pero si le das una oportunidad a todo lo que que puedes ver y hacer, terminarás enganchado a ella.
Si es tu primera vez en el Sudeste Asiático, Bangkok es el mejor punto de partida que puedas imaginar. Aquí encontrarás una mezcla única entre lo tradicional y lo moderno: templos centenarios que conviven con altos rascacielos de cristal, acero y hormigón, mercados flotantes con enormes centros comerciales, y la fe budista con la frenética vida nocturna. Para ayudarte a disfrutar al máximo de la capital tailandesa, te traigo una guía con los lugares imprescindibles que ver en Bangkok.
Gran Palacio y Templo del Buda Esmeralda (Wat Phra Kaew)
Uno de los lugares más impresionantes de Bangkok es el Gran Palacio Real, antigua residencia de los reyes de Tailandia. Su interior alberga un conjunto de edificios, esculturas y murales que narran la historia del país. Entre sus muchas maravillas destaca el Wat Phra Kaew, donde se encuentra el famoso Buda Esmeralda, una pequeña pero venerada estatua tallada en jade, considerada la imagen religiosa más importante de Tailandia.

Para poder visitar el Gran Palacio tienes seguir ciertas normas, como llevar ropa adecuada que cubra los hombros y las rodillas. Si lo olvidas, en la entrada puedes alquilar un pañuelo o una falda larga. Es recomendable llegar temprano para evitar las colas, ya que es uno de los monumentos más visitados de la Bangkok. El recinto abre a las 8:30 de la mañana y cierra a las 15:30 de la tarde. La entrada cuesta 500 bahts, pero cada moneda invertida vale la pena cuando caminas por sus patios y salas adornadas con oro y mosaicos de colores.
Wat Arun: el Templo del Amanecer
Ubicado a orillas del río Chao Phraya, el Wat Arun es una de las joyas arquitectónicas más imprescindibles de Bangkok. Su torre central, decorada con miles de fragmentos de porcelana multicolor, se eleva hacia el cielo y brilla con la luz del sol, creando un espectáculo visual impresionante. Para llegar al templo, lo mejor es subir a bordo de un barco hasta la parada de Tha Tien Pier. La entrada cuesta 200 bahts y el horario de visita es de 8 de la mañana a 6 de la tarde.

Aún recuerdo la primera vez que lo visité. Subí los empinados escalones de su torre y, desde la cima, contemplé una panorámica inigualable de la ciudad. A mis pies, el río Chao Phraya reflejaba los colores del atardecer, mientras los barcos avanzaban lentamente sobre sus aguas.
Wat Pho y el Gran Buda Reclinado
Si hay un templo en Bangkok que tienes que ver obligatoriamente, ese es Wat Pho. Nada más entrar, la mirada se dirige de forma automática hacia la enorme estatua del Gran Buda Reclinado. Con sus 46 metros de largo y 15 de altura, cubierto de pan de oro y con las plantas de los pies decoradas con intrincados grabados en nácar, esta imagen sagrada es un espectáculo. La entrada al templo cuesta 300 bahts y abre sus puertas a las 8 de la mañana, cerrando a las 6 y media de la tarde.

Pero Wat Pho es mucho más que el hogar del Gran Buda. Sus jardines, sus estupas doradas y su ambiente lo convierten en un lugar muy especial. Además, dentro del complejo se encuentra también la Escuela de Medicina Tradicional Tailandesa, donde puedes darte un relajante masajes tailandeses. Me di el capricho de probar uno y fue una de las mejores experiencias del viaje, perfecta para aliviar el cansancio después de recorrer esta caótica ciudad.
Mercados flotantes de Bangkok
Entre las experiencias más pintorescas de Bangkok, visitar un mercado flotante es una de las más recomendables. En estos mercados, los vendedores navegan en pequeñas embarcaciones de madera ofreciéndote frutas exóticas, especias, piezas de artesanía y comida callejera cocinada en el momento. Los mercados flotantes están fuera de la ciudad, así que lo mejor que puedes hacer es contratar una excursión organizada o coger un taxi: eso sí, pacta un precio cerrado antes de subir.

El mercado flotante más famoso de Bangkok es el de Damnoen Saduak, que, aunque es muy turístico, sigue teniendo su encanto. Yo prefiero madrugar y llegar a primera hora para evitar las aglomeraciones y disfrutarlo con más tranquilidad. Si buscas una experiencia más auténtica, Amphawa y Khlong Lat Mayom son opciones interesantes. Hay menos turistas y se respira un ambiente más tailandés.
Mercado de Mae Klong: el tren que atraviesa el mercado
Uno de los lugares más sorprendentes e icónicos que tienes que ver en Bangkok es el mercado de Mae Klong, superconocido por las vías del tren que pasan justo en medio de los puestos de venta. Cada pocas horas, los vendedores tienen que desmontar y volver a montar sus tenderetes en cuestión de segundos para dejar paso al tren. La escena es tan espectacular como peculiar. Una coreografía perfectamente sincronizada que deja boquiabiertos a todo el que la ve.

Llegar hasta aquí en transporte público puede llevar su tiempo, por lo que te recomiendo tomar una minivan desde la estación de Mo Chit.
Chinatown
El barrio chino de Bangkok es un estallido de colores, olores y sabores. Sus calles están abarrotadas de puestos de comida callejera, templos escondidos y tiendas de todo tipo.

Pasear por Yaowarat Road al anochecer es sumergirse en un espectáculo de luces de neón y aromas que te invitan a probar todo lo que se cocina a pie de calle. Aquí probé el mejor pad thai de todo Bangkok, acompañado de dumplings al vapor y un postre de mango sticky rice. Sin duda, es un paraíso para los amantes de la comida.
Khaosan Road
Si buscas ambiente nocturno, Khaosan Road es el epicentro de la fiesta en Bangkok.

La música suena a todo volumen, los bares están llenos de gente y los puestos de comida callejera ofrecen desde brochetas hasta escorpiones fritos (que yo no probé). Personalmente, prefiero la cercana Rambuttri Road, que tiene un ambiente más, pero sigue teniendo buenas opciones para cenar y tomar algo.
Mercado de Chatuchak
Si hay un lugar en Bangkok donde perderse se convierte en un placer, es sin duda el Mercado de Chatuchak. Con más de 15.000 puestos, este mercado es el más grande de Tailandia y uno de los más famosos del mundo entero. Es un universo en sí mismo, un laberinto de callejones donde puedes encontrar absolutamente de todo: ropa, muebles, comida, antigüedades, especias, flores, animales exóticos y recuerdos de todo tipo. Se calcula que cada fin de semana recibe más de 200.000 visitantes. Desde el primer momento, el mercado te envuelve con sus colores, sus aromas y la música de los vendedores llamando la atención de los compradores. Es un lugar donde el regateo es casi una religión.

Si lo tuyo son las antigüedades, justo enfrente del mercado se encuentra el Red Building Vintage Chatuchak, un espacio donde cada objeto cuenta una historia. Pero Chatuchak no es solo un mercado, es también una experiencia gastronómica. A lo largo de sus pasillos se pueden encontrar puestos de comida, restaurantes y cafeterías, perfectos para hacer una pausa y reponer energías. Por su enorme tamaño y la cantidad de gente que lo visita, lo mejor es llegar temprano. El mercado abre los viernes por la tarde, de 18:00 a 00:00, y los sábados y domingos, desde las 9:00 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Aunque está un poco alejado del centro de la ciudad, se puede llegar fácilmente en metro bajando en la estación de Chatuchak Park, o en el BTS (tren elevado) hasta la estación de Mo Chit.
Wat Saket o Templo de la Montaña Dorada
Ubicado en lo alto de una colina artificial, Wat Saket, conocido como el Templo de la Montaña Dorada, es un templo budista que se alza majestuoso sobre Bangkok y desde el que puedes ver toda la ciudad. Su construcción simboliza el mítico monte Meru, eje del universo en la cosmología hindú y budista, y en su pagoda dorada se conservan reliquias sagradas de Buda enviadas desde la India. Subir hasta la cima de esta colina es todo un reto físico.

Para llegar al chedi dorado que corona el templo, tendrás que subir 318 escalones que serpentean alrededor de la montaña. A medida que avanzas, el sonido de las campanas y los cánticos budistas te acompañan por el camino. Al llegar a la cima, la recompensa es una de las mejores vistas panorámicas de Bangkok. Desde los 77 metros de altura del templo, se puede observar un horizonte que combina lo antiguo y con lo nuevo: los templos se mezclan con los rascacielos, mientras el Gran Palacio y el río Chao Phraya aparecen en la distancia.
El Wat Saket abre todos los días desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde, y la entrada cuesta 100 bahts. Como en todos los templos budistas de Tailandia, es obligatorio vestir con respeto, cubriendo hombros y rodillas.
Los mejores miradores para ver Bangkok desde las alturas
Uno de los miradores más impresionantes de Bangkok es el MahaNakhon Observatory, ubicado en la planta 78 del segundo rascacielos más alto de Tailandia. Desde sus 314 metros de altura, este mirador ofrece vistas panorámicas de 360 grados de la ciudad. Su diseño arquitectónico, con una estructura pixelada, lo convierte en un icono de Bangkok. Además, su suelo de cristal permite una experiencia de vértigo.

Otro de los miradores imprescindible para ver Bangkok desde las alturas es la Torre Baiyoke, el tercer edificio más alto del país. Desde su piso 84, la vista se extiende hasta el horizonte, permitiendo admirar toda la extensión de Bangkok.

Si buscas un ambiente más exclusivo, el Sirocco, situado en el Lebua at State Tower Hotel, es una opción inigualable. Este restaurante al aire libre se hizo famoso por aparecer en la película Resacón en Tailandia, y aunque sus precios son altos, merece la pena subir al menos a su bar y disfrutar de una copa acompañada de una vista espectacular.

Otro lugar con un ambiente similar es el Vértigo & Moon Bar, en el piso 61 del Hotel Banyan Tree. Desde aquí, las vistas del parque Lumphini y el skyline de la ciudad son sencillamente perfectas. Si prefieres algo más tranquilo y accesible, el Rooftop Bar at Sala Rattanakosin ofrece una vista privilegiada del río y del templo Wat Arun.

Consejos prácticos para moverse por Bangkok
Bangkok es una ciudad inmensa, pero moverse por ella puede ser más fácil de lo que parece. Los tuk-tuks son una opción divertida, aunque es fundamental negociar el precio antes de subir. El Skytrain (BTS) es rápido y cómodo, ideal para evitar atascos, mientras que los barcos públicos permiten desplazarse de forma económica y con unas vistas únicas de la ciudad.
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