Puglia, o como la mayoría de mortales la conocemos, el tacón de la bota de Italia, es una región que en los últimos años ha ido ganando cada vez más popularidad entre los viajeros. Si aún no la conoces, te recomiendo que no pierdas el tiempo porque dentro de poco estará tan masificada como otras zonas del país de la pizza. Puglia ofrece una experiencia única que se desmarca de las típicas rutas turísticas italianas como Roma, la Toscana o Venecia.
Principales Atracciones Turísticas en Puglia
Alberobello y los Trulli

Alberobello es una pequeña localidad famosa en todo el mundo por sus característicos Trulli, unas construcciones con techos en forma de cono, construidas con un tipo de piedra caliza procedente de esa región de Italia. Para fabricarlas se utiliza una técnica de construcción en seco, es decir, sin mortero. Eso les da una apariencia muy particular y permite desmontarlas si fuera preciso. Los techos “cono” están cubiertos con unas losas de piedra que reciben el nombre de “chiancarelle”. Este tipo de construcciones datan de la era prehistoria, sin embargo, la mayoría de los que aún quedan en pie en Alberobello, fueron construidos hace 400 o 500 años atrás.

Tal vez te preguntes, ¿Por qué razón alguien construiría unas casas tan extrañas? Pues la respuesta es…, la picaresca, eso de lo que tanto presumen los españoles y que al parecer inventaron los italianos. Los techos en forma de cono podían desmontarse rápidamente, lo que hacía que, a ojos de las autoridades de la época, los Trulli se considerasen casas temporales, y, por lo tanto, libres de impuestos.

Alberobello fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1996, en reconocimiento a sus Trulli. En la actualidad, muchas de estas construcciones han sido restauradas y reconvertidas en tiendas, restaurantes o alojamientos turísticos. Cuando visites Alberobello, no olvides dar una vuelta por Aia Piccola y Rione Monti, los barrios más famosos de la ciudad y con la mayor concentración de Trullis. Busca el Trullo Sovrano, el único Trulli de dos pisos, el cual ahora es un museo.
Matera y sus Sassi

Aunque, técnicamente, Matera está en Basilicata, está muy muy cerca de Puglia y por eso la vamos a incluir aquí. Porque ya que te das una vuelta por el tacón de la bota de Italia, ¿qué importa desviarse un poco del camino? Esta ciudad es conocida principalmente por los Sassi, antiguos barrios formados por viviendas excavadas en la roca. Estos Sassi, son uno de los asentamientos prehistóricos más antiguos de los que se tiene constancia, no solo en Italia, sino en todo el mundo. Los Sassi di Matera, o como se dice en español, “las piedras de Matera”, están divididos en dos distritos: Sasso Caveoso y Sasso Barisano. Aunque estas viviendas son superantiguas, ya contaban con sistemas para recolectar el agua de lluvia que después almacenaban en cisternas y canales de drenaje.

Aunque parezca increíble, Los Sassi estuvieron habitados hasta ya bien entrado el siglo XX, sin embargo, llegó el punto en el que las condiciones de vida dentro de ellos se deterioró tanto que muchos de ellos se consideraron insalubres y sus residentes tuvieron que ser reubicados. No fue hasta la década de los 80´s que el gobierno italiano los rehabilitó. Esto dio como resultado que en 1993, la UNESCO declarase a Matera como Patrimonio de la Humanidad. Convirtiéndose así en el primer enclave al sur de Italia en formar parte de esta lista.
Bari y su casco antiguo

Por supuesto, un viaje a la región de Puglia no estaría completo sin una visita a Bari, su capital. De aquí destacado (y con razón), el casco antiguo, o como lo llaman los italianos, Bari Vecchia. Hablamos de un laberinto de calles estrechas y edificios de piedra que recuerda, y mucho, al típico pueblo de la edad media, aunque con ese toque clásico del mediterráneo que tienen todas las ciudades costeras de Italia, con sus macetas de geranios en los balcones y ropa tendida.

¿Cuáles son los lugares imprescindibles que debes ver en Bari?, te preguntarás. Pues yo te contesto: La Basílica di San Nicola, construida con el único propósito de guardar las reliquias de San Nicolás, el santo patrón de los marineros y figura en el que se inspira Santa Claus. La Catedral de San Sabino, que se encuentra en la Piazza dell´Odegitria, a pocos metros del último lugar que te recomiendo visitar, El Castillo de Bari o, Castillo Normando-Suevo.

Antes de abandonar la provincia de Bari, insisto en que recorras la costa en dirección sur hasta llegar a Polignano a Mare, pasando por San Giorgio, Torre a Mare, Mola di Bari, Cozze y San Vito. Será una visita rápida, pero te aseguro que merece la pena. Polignano a Mare es una de las perlas escondidas de Puglia. Con un centro histórico precioso, de casas blancas que se juntan unas con otras sobre un espolón de rocas que se adentra en el Adriático. No olvides el bañador y la toalla, porque los vas a necesitar. Cuando veas la Cala Paura no podrás resistirte a pegarte un chapuzón.
Lecce y el barroco “leccese”

Como cualquier buena ciudad que se precie, Lecce también tiene un sobrenombre “La Florencia del Sur”. Y este le viene dado por la abundancia de estilo barroco que inunda sus calles y plazas. Aunque este “barroco leccese” es algo diferente al que estamos acostumbrados por el uso de pietra leccese, una piedra local, blanda y fácil de esculpir cuando se extrae, lo que permite realizar en ella detalles más elaborados, pero que endurece con el tiempo en contacto con el aire. La Basílica de Santa Croce es probablemente el mejor ejemplo de barroco leccese.

Pero no es lo único que merece la pena ver en Lecce. No puedes dejar la ciudad sin antes ir a ver la Catedral de Lecce o Duomo di Lecce, situada en la Piazza del Duomo, de la cual se dice, es una de las plazas más bonitas de Italia, y el Palazzo dei Celestini, que se encuentra adyacente a la Basílica de Santa Crocce. Otra parada que te recomiendo, es la Piazza Sant´Oronzo donde se encuentra el anfiteatro y la columna en honor al santo que da nombre a la plaza. De verdad que el placer de caminar por sitios así sin que estén a reventar de turistas no tiene precio. Pero esa es la magia de Puglia, el tacón de la bota de Italia.
Las playas de Salento

La comarca de Salento, al sur de Puglia, es el auténtico tacón de la bota de Italia. Es muy famosa por sus playas. Aunque hay que decir que su fama aún la guarda, sobre todo, para los italianos. Y es que, como ya he repetido antes, Puglia es una gema oculta por descubrir para la mayoría de viajeros. Bañada por el mar Jónico al oste y el Adriático al este. Podría estar un buen rato hablándoos sobre ambas costas, pero mejor me centraré en mencionar las playas más destacables.

Comencemos por Santa Maria di Lueca, la parte más al sur del sur de Italia. O como me gusta llamarla, la punta del tacón. Aquí el Jónico y el Adriático se unen y nos regalan algunas de las calas rocosas más bonitas del mundo. Santa María de Lueca también me sorprendió por sus grutas marinas, que me recordaron un poco a Portimão. Ahora salimos en ruta hacia el norte, siempre siguiendo la costa jónica, hasta llegar a la playa de Pescoluse, a la que muchos apodan “Las maldivas de Salento”. Cuando la veáis sabréis por qué.

Continuamos un poco más para arribar en Gallipoli y las playas de Baia Verde y Spiaggia della Purità. Un poco más al norte encontramos Porto Selvallio, que es totalmente distinto a todo lo que hemos visto hasta ahora. Aunque por el nombre, creo que te puedes hacer una idea. Tras esto llegaremos a Porto Cesareo y Torre Lapillo y terminamos en Punta Prosciutto antes de saltar a la costa adriática para llegar a Otranto y las playas de Baia dei Turchi y Alimini.
El Parque Nacional de Gargano

Terminamos esta guía por ese tacón de la bota de Italia llamado Puglia con una maravilla natural como lo es el Parque Nacional de Gargano que cubre una extensión de 120.000 hectáreas de puro contraste. Montañas de más de mil metros, algunos de los bosques más densos de Italia, playas con acantilados y arcos naturales y hasta un pequeño archipiélago; vaya, que hay para todos los gustos.

Aquí se encuentra también el Monasterio de Monte Sant´Angelo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, famoso por la Cueva de San Miguel Arcángel.