Nueva York no es precisamente una ciudad barata, pero si hay algo que puedes hacer gratis, y que no deberías perderte por nada del mundo, es contemplar de cerca a su mayor símbolo: la Estatua de la Libertad. Y lo mejor de todo es que no necesitas pagar ni un dólar para vivir esta experiencia. Solo tienes que conocer el secreto mejor guardado por los neoyorkinos y viajeros veteranos: el ferry de Staten Island.
Aquí te contaré cómo ver la Estatua de la Libertad gratis, qué esperar del recorrido, consejos para hacerlo como un profesional y las diferencias clave con las visitas de pago. Todo esto mezclado con mi propia experiencia, porque sí, he estado allí y te voy a contar exactamente cómo lo viví.
¿Se puede visitar la Estatua de la Libertad sin pagar?
Sí, definitivamente. Pero hay una distinción importante: verla gratis no es lo mismo que visitar su isla o subir a su corona.
Diferencias entre ver la estatua desde el ferry y desembarcar en su isla
El único medio autorizado para desembarcar en Liberty Island es Statue City Cruises, que cobra entrada y te permite caminar alrededor de la estatua, visitar su museo e incluso subir a la corona si reservas con suficiente antelación.

Por el contrario, si lo que quieres es verla desde el agua sin desembarcar, tienes una opción completamente gratuita y muy popular: el ferry de Staten Island, que pasa bastante cerca de la Estatua y ofrece vistas espectaculares sin que tengas que sacar la cartera.
Por qué el ferry de Staten Island es la mejor opción gratuita
Durante mi viaje a Nueva York, tenía muy claro que quería ver la Estatua de la Libertad. Pero también quería ahorrar en la medida de lo posible. Así descubrí el ferry de Staten Island, una joya oculta a plena vista. Es gratis, cómodo, pasa cerca de la estatua, y además te regala unas vistas impresionantes del skyline de Manhattan.

Cuando te sitúas junto al agua en el sur de Manhattan, verás un reguero constante de barcos naranja que van y vienen. Esos son los ferries de Staten Island, transportando diariamente a más de 70,000 pasajeros. Y tú puedes ser uno de ellos, sin pagar un solo centavo.
Staten Island Ferry: el secreto mejor guardado para ver la Estatua de la Libertad gratis
Este ferry no solo es útil, es histórico. Creado en 1905, el Staten Island Ferry conecta diariamente Manhattan con el distrito de Staten Island. Se trata de un servicio de transporte público que sigue operando 24 horas al día, los 365 días del año. Y sí, totalmente gratis. Su propósito original es facilitar el desplazamiento de los residentes de Staten Island, ya que este distrito no está conectado con el metro de Nueva York. Pero con el tiempo, se ha convertido también en un paseo muy popular entre turistas por su recorrido visualmente espectacular.

Ubicado en la terminal Whitehall, al sur de Manhattan, el embarque es sencillo: entras al edificio, esperas a que abran las puertas de salida y te subes al ferry junto con una multitud de neoyorkinos y visitantes. No necesitas comprar ningún ticket ni reservar con antelación. De hecho, es importante saber que en la calle suelen rondar personas intentando vender supuestos billetes para este ferry gratuito. Son fraudes. Nadie debe cobrarte por acceder.
El trayecto desde Manhattan hasta Staten Island dura unos 25 minutos y ofrece una de las vistas más bonitas de toda la ciudad. Desde que el barco se pone en marcha, el horizonte comienza a desplegarse ante tus ojos, y el perfil de rascacielos de la Gran Manzana empieza a alejarse con elegancia. Lo viví de primera mano: Los 25 minutos del trayecto vuelan, ya que, una vez a bordo, no te alcanza para mirar en todas direcciones. Las vistas del One World Trade Center, los rascacielos y el río Hudson son brutales.

Además, el ferry cuenta con varias cubiertas. Cuando hace buen día, la superior suele llenarse rápido porque es la favorita para sacar fotos. Si el clima no acompaña, siempre puedes refugiarte en el interior, donde hay calefacción en invierno y aire acondicionado en verano. Por mi experiencia, lo ideal es posicionarse en la parte derecha del ferry durante el trayecto de ida. Desde ahí, tendrás la mejor vista posible de la Estatua de la Libertad y podrás contemplarla en todo su esplendor cuando el ferry se acerque al punto más próximo de su recorrido.
Las mejores vistas gratuitas de la Estatua de la Libertad sin desembarcar
Subirse al ferry de Staten Island con la intención de ver la Estatua de la Libertad gratis es toda una experiencia. Apenas el barco avanza unos minutos, el perfil de Manhattan comienza a fundirse con el agua y aparece una sucesión de elementos únicos que convierten el trayecto en algo más que un simple desplazamiento.
Desde la cubierta, mientras sientes el viento en la cara y el murmullo de los motores, verás cómo poco a poco emerge la silueta de la Estatua de la Libertad. Es un momento especial. Muchos turistas, yo entre ellos, se arremolinan en el lado derecho del barco, cámara en mano, buscando el mejor ángulo. Desde ahí, puedes ver también isla de Ellis, la famosa entrada migratoria por donde pasaron millones de personas buscando un nuevo comienzo.
Más allá de la estatua, el paseo ofrece otras postales impresionantes. Desde el ferry se aprecia la línea de rascacielos de Wall Street, el puente de Brooklyn a lo lejos, y si el día está despejado, incluso se alcanza a ver parte de Nueva Jersey. Cuando el ferry se acerca a Staten Island, el majestuoso puente de Verrazano aparece en el horizonte, recordándote lo inmenso que es este entramado urbano.
¿Qué otras formas hay de visitar la Estatua de la Libertad?
Si bien la opción gratuita es ideal para la mayoría, también existen alternativas para quienes buscan una experiencia más cercana o desean conocer la historia del lugar en profundidad. La empresa Statue City Cruises es la única autorizada para llevar pasajeros hasta Liberty Island y Ellis Island. Desde sus ferries, que salen tanto desde Battery Park en Manhattan como desde Liberty State Park en Jersey City, los visitantes pueden desembarcar en las islas y explorar el monumento a fondo.

Hay varios tipos de entradas disponibles. Algunas te permiten acceder solo a la base y a los jardines, mientras que otras incluyen el pedestal o incluso la corona de la estatua. Esta última opción es muy limitada, ya que los cupos diarios son reducidos y se agotan con semanas, a veces meses, de antelación.
Lo que me pareció más impactante al explorar esta alternativa es el valor emocional de Ellis Island. Allí, en lo que hoy es el Museo Nacional de la Inmigración, puedes revivir el paso de aquellos millones de inmigrantes que alguna vez soñaron con una nueva vida. Durante muchos años fue lo primero que veían los inmigrantes a su llegada a la ciudad en busca de un futuro mejor, y esa historia aún se respira en cada rincón del museo.
Si bien pagar por el acceso tiene ventajas evidentes, también es una decisión personal. Quienes viajan con presupuesto ajustado o quieren optimizar el tiempo encontrarán en el ferry gratuito una alternativa excelente y más que suficiente para vivir el símbolo neoyorquino en primera fila, aunque sea desde el agua.
Consejos esenciales para evitar errores y estafas
Moverse por Nueva York puede ser caótico, y las zonas turísticas están llenas de personas que aprovechan el desconocimiento de los visitantes. Una de las estafas más comunes ocurre justamente en los alrededores de Battery Park, donde supuestos agentes intentan vender boletos para el ferry de Staten Island. Esto es completamente ilegal, ya que el ferry es público y gratuito.
Yo mismo fui abordado por uno de estos “vendedores” al acercarme a la terminal, pero gracias a haberme informado antes, supe que debía ignorarlos. El ferry es gratuito y no necesitas ningún tipo de entrada. Si en la calle te intentan vender tickets, no hagas ni caso: es uno de los timos comunes en Nueva York.
Además, conviene prepararse para el trayecto. Si vas en invierno, lleva abrigo, guantes y algo para cubrirte del viento. El ferry puede ser frío, especialmente en cubierta. En verano, en cambio, no olvides el protector solar y una botella de agua. Y siempre, en cualquier estación, asegúrate de tener la cámara lista. La estatua se asoma rápido y querrás capturar el momento.
Disfrutar de la Estatua de la Libertad sin gastar un dólar
Viajar a Nueva York es una aventura inolvidable. Pero también puede ser una ciudad cara. Por eso, encontrar alternativas gratuitas que no sacrifican la calidad de la experiencia es casi un tesoro. El ferry de Staten Island representa justo eso: una oportunidad perfecta para ver la Estatua de la Libertad sin pagar un solo dólar, sin reservas ni complicaciones.
Desde que pisas la terminal hasta que el ferry se aleja de Manhattan, todo se siente auténtico. Es un paseo con sabor a New York, un privilegio visual y un recordatorio de que lo mejor de un viaje no siempre se mide en dinero, sino en emociones.

Como dije antes y ahora reafirmo: Si prefieres ahorrar y te conformas con ver a la gran dama estadounidense alzar su antorcha desde lejos, el ferry de Staten Island te regala la ocasión ideal. Y créeme, esa imagen se te va a quedar grabada para siempre.