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Lo más importante de Gyeongju: 15 lugares imprescindibles que tienes que ver

Si estás organizando un viaje a Corea del Sur y no incluyes Gyeongju en tu itinerario, déjame decirte algo: te estás perdiendo uno de los lugares más fascinantes del país. Gyeongju fue la capital del antiguo reino de Silla durante casi mil años, y eso se nota. Hoy sigue siendo uno de los destinos turísticos más impresionantes de Asia, con templos, palacios y aldeas que parecen salidas de una novela histórica. Literalmente, se la conoce como la ciudad museo sin paredes, y con razón.

Te cuento todo esto, porque yo estuve allí y fue uno de esos lugares que te hacen sentir pequeñito frente a la historia.

Cuántos días dedicarle a Gyeongju y cómo llegar desde Seúl o Busan

Un día es suficiente para tachar lo básico de tu lista de imprescindibles que ver en Gyeongju, pero si de verdad quieres exprimir la ciudad al máximo, lo ideal es reservar unos 3 días. Así podrás pasear sin prisas, descubrir rincones mágicos y conectar con ese aire místico que aún flota en el ambiente.

gyeongju puente cerezos flor

Llegar a Gyeongju es fácil y rápido desde las principales ciudades del país. Desde Seúl puedes tomar un tren KTX hasta Singyeongju Station y desde ahí moverte en autobús, taxi o andando (la mejor opción si tu alojamiento no está muy lejos). Desde Busan, ni te cuento: son apenas 50 kilómetros y puedes llegar en bus en poco más de una hora a la estación Intercity Bus Terminal.

Yo llegué desde Busan y fue súper cómodo. Me alojé cerca del Express Bus Terminal, lo cual fue un acierto total porque desde ahí podía ir andando a varios puntos turísticos y conectar con los autobuses que van a los sitios de interés más alejados, como el templo Bulguksa o la Aldea Yangdong.

Parque de los Túmulos: historia viva bajo colinas verdes

Una de las primeras paradas que hice al llegar a Gyeongju fue en el famoso Parque de los Túmulos, también llamado Tumuli Park. Este lugar te va a dejar con la boca abierta. Son colinas verdes perfectamente perfiladas que esconden tumbas de más de 1.500 años. Hay unas 23 en total, y pertenecen a reyes, nobles y altos funcionarios del Reino de Silla. Algunas son tan grandes que alcanzan más de 20 metros de altura, ¡y están en pleno centro de la ciudad!

parque tumulos gyeongju

Es un sitio fotogénico como pocos, con senderos arbolados, estanques y una calma que te conecta con el pasado. Uno de los puntos más destacados del parque es la Tumba de Cheonmachong, que además se puede visitar por dentro y que a continuación paso a comentar.

Tumba de Cheonmachong: una joya arqueológica que puedes visitar por dentro

Cruzando la carretera Taejong-ro se accede al Daereungwon Tomb Complex, donde se encuentra la Tumba de Cheonmachong. Personalmente, esta fue una de mis visitas favoritas en Gyeongju.

Antes de entrar, te recomiendo pasear por los senderos que rodean esta zona del parque. Hay un estanque con flores de loto frente a un túmulo que parece una obra de arte natural. También está la tumba de Hwangnamdaechong, la más grande de todas, donde se hallaron los restos de un rey y una reina junto a miles de objetos de oro.

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La entrada a Cheonmachong cuesta solo 3.000 wones, y te aseguro que los vale. En su interior se encuentra una reproducción exacta de cómo se hallaron los objetos funerarios, con joyas, armas, piezas de cerámica y una réplica de la famosa corona dorada. Es increíble imaginar todo eso dentro de un túmulo de tierra. La exposición es clara, bien organizada y muy reveladora.

Sin duda, esta tumba es imprescindible si quieres entender la vida de la realeza Silla.

El Observatorio Cheomseongdae: ciencia milenaria en piedra

Justo al lado del Parque de los Túmulos está el Observatorio Cheomseongdae, uno de los más antiguos de Asia. ¡Tiene alrededor de 1.300 años! No esperes un gran telescopio, estructuras modernas ni nada por el estilo, es simplemente una torre de piedra con forma de botella que servía para observar los cielos.

observatorio cheomseongdae gyeongju

Lo más curioso es que su construcción está llena de simbolismos: 12 piedras en la base por los meses del año, 30 encima por los días del mes y 366 en total por los días del año. Es fascinante.

El acceso es gratuito, y si vas con niños (o simplemente quieres descansar), puedes subirte a un trenecito eléctrico que recorre los jardines por 4.000₩. Todo el espacio está muy bien mantenido y es ideal para relajarte un rato mientras sigues empapándote de historia coreana.

Parque de las Flores: la mejor terraza para comer

Después de visitar el observatorio Cheomseongdae, puedes continuar el recorrido caminando por uno de los lugares más agradables y coloridos de Gyeongju: el Parque de las Flores. Este espacio natural, muy cerca del centro, se convierte en un espectáculo para la vista dependiendo de la estación del año. Desde tulipanes en primavera hasta campos de cosmos en otoño, las flores pintan el paisaje con colores que parecen sacados de un cuadro.

observatorio cheomseongdae gyeongju parque flores

Mientras caminaba por aquí, vi grupos de turistas buscando el ángulo perfecto para sus fotos, parejas haciéndose selfies y hasta familias haciendo picnic. Es un lugar perfecto para desconectar durante un rato y relajarte con vistas únicas: por un lado las flores, por otro los túmulos a lo lejos.

Si empieza a apretar el hambre, te recomiendo sentarte en la terraza de Bagel Bageler, en una de las esquinas del parque. Es una cafetería encantadora donde puedes pedir unos bagels deliciosos con vistas a los campos floridos. No se me ocurre mejor forma de recargar energías.

Aldea Tradicional Gyochon: hanoks, hanbok y mucho más

A pocos pasos del observatorio se encuentra la Aldea Tradicional Gyochon, una pequeña joya que merece una visita tranquila y sin prisas. Aquí podrás caminar entre hanoks (casas tradicionales coreanas), ver gente vestida con hanbok (ropa típica coreana) y, si te animas, probar deliciosos platos locales como el bulgogi de cerdo.

Uno de los lugares que más me gustaron fue la Casa del Clan Gyeongju Choi, una familia que ha mantenido su riqueza durante más de 12 generaciones. También está la casa de la princesa Yoseok de Silla. Todo está muy bien conservado y aunque la zona no es tan extensa como la Hanok Village de Jeonju, su encanto es innegable.

Puente Woljeonggyo: un palacio que cruza el río

Este puente es otro lugar imprescindible en Gyeongju que te dejará sin aliento. Es tan majestuoso que parece más un palacio que un simple puente. Aunque lo que vemos hoy es una réplica, su belleza sigue intacta. El original se construyó en el año 760 para conectar la montaña Namsan con el Palacio Real.

Pasear sobre el Puente Woljeonggyo mientras cae el sol fue uno de mis momentos favoritos en Gyeongju. A un lado tienes el riachuelo Namcheon y al fondo la aldea Hanok. Por cierto, la iluminación al anochecer es simplemente espectacular.

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Muchos dicen que es el puente más bonito de Corea. Yo no los he visto todos, pero no me cuesta nada creer que es cierto.

Palacio Donggung y Estanque Wolji: magia al atardecer

Este lugar es pura poesía visual. El Palacio Donggung, junto al Estanque Wolji (antes conocido como Anapji), es uno de los sitios más icónicos de Gyeongju.

Aunque quedan solo algunos pabellones del antiguo palacio de la dinastía Silla, el recorrido alrededor del estanque al atardecer es mágico. Todo se ilumina, el agua refleja los tejados y parece que estás dentro de un sueño.

Nosotros fuimos de noche, cogimos un taxi con la app Kakao T y fue una de las mejores decisiones del viaje. Horario: todos los días de 9:00h a 20:00h. Precio: 3.000 wones. Te prometo que vale cada uno de ellos.

Templo Bulguksa: armonía espiritual en piedra

Ubicado a las afueras de Gyeongju, el templo Bulguksa es una visita imprescindible. Es uno de los templos budistas más importantes de Corea, construido en el año 751 y hoy Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

templo bulguksa dormir

El templo está integrado de forma magistral en su entorno natural, con pabellones, escalinatas, terrazas y jardines que te invitan a detenerte para hacer mil fotos.

Tuve la suerte de coincidir con una festividad budista, y el templo estaba lleno de familias acampadas, niños corriendo y monjes haciendo sus típicos rituales. Aunque estaba bastante lleno, fue una experiencia inolvidable. Si puedes, intenta ir un día de semana para evitar multitudes.

La Gruta de Seokguram: un Buda escondido en la montaña

Muy cerca del templo Bulguksa se encuentra la Gruta de Seokguram, donde reposa una estatua de Buda de casi 4 metros. Esta figura es considerada una de las más hermosas del Corea.

buda gruta seokguram

Para llegar puedes tomar el bus número 12 (sale desde el parking del templo) o caminar por un sendero de 3 km (aunque cuando yo fui, estaba cerrado por un derrumbe).

La cueva en sí es bastante sencilla (una cavidad en la roca, sin más) pero el valor espiritual que tiene para los coreanos es inmenso. Eso sí, no se pueden hacer fotos dentro. Precio de la entrada: 6.000₩.

Templo Bunhwangsa: historia viva de la Reina Seondeok

Muy cerca de lo que queda del antiguo Templo Hwangnyongsa, se encuentra el Templo Bunhwangsa, otro de esos sitios imprescindibles en Gyeongju que muchos pasan por alto, pero que realmente merece una visita. Fue construido en el año 634 por orden de la Reina Seondeok, una de las figuras más importantes del Reino de Silla.

Lo que más llamó la atención aquí es la Torre de Piedra Mojeon, de más de 9 metros de altura, totalmente construida en ladrillo, lo cual es muy poco común. También destacan los dos pilares de piedra Danggan, de unos 3,6 metros de alto, que servían para sostener las banderas rituales.

Lo que más me gustó fue el silencio que se respira en este lugar. Es pequeño y modesto, pero cargado de simbolismo. Sientes que estás pisando historia pura, sin artificios ni multitudes. Un imprescindible más en tu lista de Gyeongju.

Centro histórico de Gyeongju: comida callejera, ramen y rooftops

Después de un día recorriendo monumentos y templos, no hay mejor plan que acercarte al atardecer al centro de la ciudad, especialmente a la zona de Hwangnidan-gil y sus calles adyacentes. Esta zona mezcla perfectamente la tradición y lo moderno.

centro historico gyeongju

Los hanoks han sido transformados en cafeterías, tiendas, estudios de fotos, restaurantes y puestos callejeros. Me encantó ver a los jóvenes haciendo cola para comprar el famoso gofre en forma de moneda relleno de queso o tteokbokki bien picante. Si nunca has probado el kimbap, aquí lo vas a encontrar en su mejor versión: sabroso, barato y recién hecho.

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¿Mi recomendación para cenar? Ryusenso, un local especializado en ramen, donde cada plato es una explosión de sabor. Y después, a tomar un café en la cafetería Wolseon, con vistas espectaculares de los tejados tradicionales y un par de túmulos iluminados por la noche. No se puede pedir más.

Hwangnidan-gil: hanoks con estilo y el mejor ambientazo de Gyeongju

Hwangnidan-gil es, sin duda, la calle más viva, bonita y animada de toda la ciudad. Recorrerla es una experiencia en sí misma. Hanoks tradicionales han sido reconvertidos en locales modernos, pero conservando la estética y el alma original.

Aquí puedes encontrar estudios de fotomatones (¡una experiencia coreana muy divertida!), tiendas de souvenirs, boutiques de diseño, heladerías, cafeterías artísticas y un montón de opciones gastronómicas. No puedes irte sin probar el gofre con forma de moneda de 10₩ relleno de queso mozzarella. ¡Una delicia!

Además, muchos coreanos vienen aquí a tomarse fotos con hanbok, lo que le da un aire aún más especial a la zona. Es también uno de los mejores barrios donde cenar, pero ojo: muchos restaurantes cierran entre las 3 y las 5 de la tarde, así que planifica tu comida o cena con algo de antelación.

Seongdong Market: el corazón gastronómico de Gyeongju

Si quieres vivir una experiencia auténticamente coreana, Seongdong Market es una parada obligatoria. Ubicado en el barrio de Nodong Dong, es el mercado tradicional más grande de Gyeongju, y está al lado de la estación, así que no tiene pérdida.

Aquí probé algunos de los mejores platos callejeros del viaje: sundae (una especie de morcilla coreana), tteokbokki, el famoso pan de Gyeongju relleno de anko y por supuesto, banchan, esos pequeños platos que se sirven como acompañamiento de casi todo.

Me gustó especialmente lo genuino que se siente el ambiente. No es un mercado montado para turistas, sino un lugar donde los locales compran sus verduras, mariscos y almuerzan entre los puestos. Hay restaurantes sencillos donde puedes comer como un rey por poco dinero. Si te interesa la cocina local, aquí puedes pasar horas observando, probando y aprendiendo.

Museo Nacional de Gyeongju: el legado dorado de la era Silla

Para completar tu inmersión en la historia de Gyeongju, no puedes dejar de visitar el Museo Nacional. Fundado en 1945, es el custodio de las joyas culturales del Reino de Silla.

La colección es impresionante. Aquí puedes ver desde esculturas budistas y cerámicas hasta una de las exhibiciones más fascinantes: la Cheonmachong Gold Crown, con coronas, pendientes y adornos de oro encontrados en tumbas reales.

cheonmachong gold crown museo nacional gyeongju

También hay herramientas cotidianas, objetos religiosos y materiales que explican cómo era la vida política y social en esa época. El museo ofrece exposiciones permanentes, pero también actividades temporales y educativas.

Es un lugar perfecto para cerrar tu ruta por Gyeongju con contexto histórico, datos curiosos y una buena dosis de cultura.

Excursión a la Aldea Yangdong: la Corea más ancestral

Un lugar de interés imprescindible, algo más alejado, pero que merece absolutamente la pena, es la Aldea Yangdong. Patrimonio de la Humanidad desde 2010, es la aldea tradicional más grande y mejor conservada de Corea.

Está rodeada de montañas, valles y campos, y cuenta con más de 160 hanoks, algunos habitados y otros abandonados. Aquí no se trata de ver casas bonitas, sino de entender cómo vivía la sociedad coreana durante la dinastía Joseon.

aldea yangdong

Para llegar tomé el bus 203 desde la Intercity Bus Terminal (1250 wones, con tarjeta T-Money). El trayecto tarda algo más de una hora, pero el paisaje lo compensa.

Te darán un mapa al entrar (entrada: 4.000 wones) con una ruta que puedes hacer en un par de horas. Verás escuelas confucianas, salas de reuniones, pabellones de té y las casas de diferentes clanes. También hay festivales tradicionales durante el año, como el de las Linternas de Otoño. Fue como viajar en el tiempo.

Consejos para aprovechar al máximo tu visita a Gyeongju

  • Usa la app Naver Map. Google Maps no funciona bien en Corea.
  • Compra una tarjeta T-Money. Te servirá en buses y metro por todo el país.
  • Evita fines de semana si quieres menos gente.
  • Lleva calzado cómodo. Vas a caminar muchísimo.
  • No olvides una batería externa. Hay tanto que fotografiar…

Mapa interactivo con todos los puntos clave que ver en Gyeongju

Incluyo un mapa con la ubicación exacta de todos los sitios mencionados: túmulos, templos, aldeas, estaciones y puntos de interés. Así podrás planificar tu ruta diaria y no perderte nada.

Este fue mi recorrido por Gyeongju, un lugar donde el pasado sigue vivo en cada rincón. Si vas con los ojos bien abiertos y sin prisas, te aseguro que saldrás de allí distinto. Gyeongju no es solo una parada en el mapa: es una experiencia que se te queda para siempre.

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